Felix Roque Rivero
- o poeta em uma rua de Caracas -
DIEZ CANTORES Y UN POETA
Quise saber el porqué de El Elegido y
me convertí en silviano especialista en unicornios, con la Guitarra de El Joven
Soldado a cuestas.
Tanto cuidarla para al final darme
cuenta que la Vida no Vale Nada y que Yolanda ocupaba el breve espacio de Pablo
y yo allí de entrometido.
En la posada del fracaso, de mis
alforjas me robaron el mes de abril; desde entonces ando con Sabina buscándolo
y ofreciendo recompensas.
Tomemos una cuerda y atemos bandadas
de gorriones a nuestros corazones, me sugirió Ismael Serrano en Barcelona y
soltamos las amarras del corcel de Picasso.
De bar en bar me anduve con Aznavour
por las calles solitarias de Paris, con bohemias alegres, locas y grises,
mirando a Venecia sin ti.
Si se calla el cantor, me preguntó
Mercedes y me respondió ella misma: mejor le damos gracias a la vida que nos ha
dado tanto.
Es caprichoso el azar tarareaba
Serrat a bordo de una barca repleta de refugiados que vagaba por el
Mediterráneo dejando solo estelas en la mar.
En esta humanidad que nos circunda,
sobran los motivos de alegría pero son más los de tristezas que acompañan a los
pueblos, afirmaba Alí Primera.
El cuarto era penumbras y en un
rincón, Víctor Jara afinaba su guitarra preñada de música, cuando un violento
soplo abrió la ventana iluminando a Amanda.
En medio de la algarabía atropellada,
Atahualpa Yupanqui no quiso nada del silencio para engrasar
los ejes del camino por donde andaba callejera su carreta.
Contigo, Federico, fue distinto ya
que nunca la culpa fue tuya, sino de esas bodas de sangre donde la tierra tiene
el olor de pechos y de trenzas, donde vuelan palomas oscuras, una de sol otra
de luna, que preguntan a España dónde estará tu sepultura.
Autor: Félix Roque Rivero
Caracas, 7 de julio de 2019
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_Quiero._
_Quiero volver al olor de la guayaba; quiero ver pintados en las iglesias angelitos negros; que Malequias me arrastre con su iman en Macondo descontando los años de la soledad infinita; que Homero me lleve de paseo y que Penelope me espere tejiendo y destejiendo sus sueños; que Withman me brinde un trago de aguardiente para tomármelo con Hemingway; que Virgilio me lleve al infierno junto a Silvio, su guitarra y su canto; que Benedetti me revele su táctica y que me guarde en secreto su estrategia para vencer a los demonios; que Cabrujas me represente en su acto cultural y que Soto me pinte sineticamente para que el pueblo se relama el alma de solaz sociego y esperanzas vitales..._
_Quiero a la Mistral junto a Chabuca y con Mercedes quiero dar gracias a la vida que me ha dado la posibilidad de escuchar al pequeño gorrión de la Piaf que con Serrat y Sabina me han llevado de bebedero en bebedero como dice Haddad en sus arranques jurídicos buscando la Estrella de Belén ._
_Quiero este planeta mágico donde viajo junto al Principito encaramado en una estrella volando un papelote y quiero seguir sintiendo a borbotones el torrencial sanguíneo apasionado de mi ser, del tuyo, del de todos._
_Felix Roque Rivero _
_Caracas, 7 de julio de 2019._
Dados do Autor
Félix Roque Rivero. Venezolano nacido en el pueblo de Caripito, Zona del Oriente. Profesor de postgrado.
Mail: roque.felix@gmail.com
Félix Roque Rivero. Venezolano nacido en el pueblo de Caripito, Zona del Oriente. Profesor de postgrado.
Mail: roque.felix@gmail.com
Viva a poesia!
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